Charrancito común

 

Charrancito común/Little tern

(Sternula albifrons)

   El charrancito común es el más pequeño de los charranes europeos. Tiene un vuelo nervioso y ágil con rápidos aleteos. En gallego se le conoce como pirrí que recuerda al sonido que emite. Llegan a la península Ibérica para criar entre marzo y abril y regresan a África para pasar el invierno en septiembre u octubre.

 

Longitud   

21-28 cm

Envergadura

43-55 cm

Peso

50-65 gr

 

Clasificación

Reino                              Metazoa

Phylum                           Chordata     

Clase                               Aves

Superorden                 Neognathae

Orden                             Charadriiformes   

Familia                            Sternidae

Género                            Sternula

Especie                            Sternula albifrons 

   La subespecie europea, que es la que se describe aquí, es la nominal S. a. albifrons.

   Sternula es el diminutivo latino de Sterna que significa «charrán pequeño» y albifrons procede del latín y significa «frente blanca»

 

Descripción

   Frente blanca todo el año. Alas más estrechas que los demás charranes europeos. Apenas hay dimorfismo sexual, pero sí estacional.

Adulto reproductor (verano)

 

   Punta de las alas oscura tanto por arriba como por abajo.  Cola corta, ahorquillada y blanca. Más larga en los machos reproductores.

 

Juvenil

 

Pollo

   El pollo tiene el cuerpo cubierto de plumón. El plumón del charrancito es más corto que el de otras golondrinas de mar.

   El plumón tiene una coloración de camuflaje, similar al suelo por donde se mueve, esto lo hace casi invisible para sus depredadores.

 

Distribución

   Se localiza en Eurasia, África, Australia y las islas del Pacífico. En Europa occidental se encuentra la subespecie nominal S. albifrons albifrons que inverna en las costas del oeste de África. En España el mayor número de parejas reproductoras se encuentra en las marismas del Guadalquivir y el Delta del Ebro, también en Extremadura. En otras zonas, el número de parejas es más bajo como ocurre en la Albufera de Valencia, Mar Menor, Alicante, etc. El charrancito común se puede observar a lo largo de la costa española durante los pasos migratorios. El paso prenupcial tiene lugar de abril a mayo y el postnupcial de agosto a octubre.

 

Alimentación

   Se alimenta de peces pequeños que pueden ser de agua salada como boquerones o arenques pero también pescan en agua dulce como percas o carpas. Otros alimentos son insectos que cazan al vuelo, crustáceos pequeños como camarones, anélidos y moluscos.

   Pescan cerca de las colonias de cría.

   Primero se cierne. El charrancito goza de una vista muy buena ya que tiene en su retina dos fóveas.

    Se cierne generalmente a baja altura.

   A continuación, se lanza en picado.

 

 

 

 

 

   Los peces que captura nadan en la superficie. Se lanza al agua más a menudo que otros charranes y además, son más veloces.

   No siempre tienen éxito y salen del agua sin pesca.

   Pueden pescar solos o en grupo.

 

Limpieza

   Los charrancitos dedican parte de su tiempo al cuidado de sus plumas.

 

Reproducción y desarrollo

   El charrancito común llega a la península Ibérica para reproducirse en el mes de abril, como muy tarde mayo. Cría en colonias formadas por pocas parejas aunque excepcionalmente pueden pasar de cien. Las colonias están cerca del agua donde el charrancito pesca activamente.

   Las colonias pueden ser monoespecíficas o mixtas. Las colonias mixtas las comparten con otras especies de aves como avocetas, chorlitejos, tarros, etc.

   Nidifica tanto en la costa como en el interior. En la costa prefiere playas arenosas o pedregosas, humedales y salinas. En el interior cría en ríos, lagunas, embalses, canales, etc. También puede nidificar en plantas depuradoras.

   Durante el cortejo, que es bastante ruidoso, el macho le ofrece un pez a la hembra.

 

 

   Las hembras pueden tener más de un pretendiente.

   Las siguientes fotografías muestran diferentes momentos de la cópula.

   El nido consiste en una cavidad circular, poco profunda, que el charrancito excava con su cuerpo y a la que acostumbra añadir conchas y pequeñas piedras.

   La puesta es de mayo a junio y consta de uno a tres huevos.                   

 Los huevos son pardo amarillentos con manchas de diferentes tamaños y tonalidades.

 

 

    Los huevos son incubados entre veinte y veintidós días.

   En las siguientes imágenes se aprecia que los dos progenitores intervienen en la incubación de los huevos y el cuidado de las crías.

   Los pollos, al poco tiempo de nacer, abandonan el nido. 

   Se esconden de los depredadores, preferentemente en zonas con vegetación. Los depredadores suelen ser sobre todo ratas pero también gaviotas, cuervos…

   Los pollos también buscan protección y calor debajo del cuerpo de sus padres.      

   Los charrancitos, cuando están criando, son agresivos con los intrusos, a los que se enfrentan aunque sean más grandes que ellos.

   Ocurre a menudo que los padres alimentan a sus crías con peces demasiado grandes para ellos. En este caso, el pollo engulle una parte y la otra queda colgando del pico, permaneciendo en esta posición hasta que la primera parte sea digerida y así continúa hasta que pueda engullir toda la presa.

 

Charrancito juvenil

   Los jóvenes aprenden a volar a las cuatro semanas.

   Sin embargo, siguen siendo alimentados por sus padres.

   La siguiente fotografía muestra a un juvenil aprendiendo a pescar.

   En julio o agosto, los jóvenes ya están listos para migrar a las zonas de invernada.

 

Amenazas

   El charrancito común se incluye en el Tratado para la Conservación de las Aves Acuáticas Migratorias Afroeuroasiáticas (AEWA).

   Según la SEOBirLife, el Libro Rojo de las aves de España lo califica como «Vulnerable» y consta como «De interés especial» en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas»

   Entre las principales amenazas cabe destacar el turismo de costa ya que causa la destrucción del hábitat debido a la presión urbanística. En las playas destruyen los nidos, unas veces por actos vandálicos y otras porque son difíciles de ver y fáciles de pisar. A esto hay que añadir el que los progenitores, ante la presencia humana, abandonan sus nidos.

   Hay que tener en cuenta además, a los depredadores, desde las mascotas de los turistas a otros depredadores como ratas, zorros, gaviotas, cuervos, búhos, etc.

   La destrucción del hábitat ocurre también en el interior debido sobre todo a obras realizadas en los ríos como por ejemplo, canalizaciones.

   Otras amenazas son las inundaciones, biocidas, etc.