La anatomía de las patas de las aves presenta diversas modificaciones con respecto al resto de vertebrados terrestres por la necesidad de adaptarse al vuelo. Así, el muslo está constituido por el fémur y discurre casi paralelo al suelo. Tanto el muslo como la rodilla acostumbran a quedar ocultos en el interior de las plumas, por lo que se suele confundir el muslo con la pierna (sobre todo en gastronomía). Por este motivo y por el hecho de que las aves se apoyan en los dedos lo que parece la rodilla es en realidad el tobillo. Si se observa el movimiento de esta articulación, se puede apreciar que lo hace al revés que la rodilla.
La pierna de las aves se suele denominar tibia, consta de un hueso largo llamado tibiotarso debido a que la tibia se fusiona parcialmente con el tarso. El peroné es pequeño y también se fusiona a la tibia.
El pie está formado por una parte alargada, resultado de la fusión de los huesos tarsianos y metatarsianos, llamada tarso-metatarso (más comúnmente tarso) y por los dedos.
En la naturaleza se pueden encontrar una gran variedad de patas dependiendo de las necesidades de cada grupo de aves y del medio en el que se desenvuelven. La mayoría de las aves poseen pie anisodáctilo que consta de cuatro dedos, tres dirigidos hacia adelante y uno hacia atrás que es el pulgar o hálux (primer dedo).
Algunas aves tienen tres dedos, como este correlimos tridáctilo cuyo nombre alude a este hecho.
El avestruz, ave corredora, tiene dos dedos dirigidos hacia adelante.
Las aves que están adaptadas a la vida acuática presentan entre los dedos la membrana interdigital que hace que la pata funcione al nadar como un remo. Los ánsares (gansos), patos, cisnes, gaviotas, etc., tienen la membrana interdigital entre los tres dedos delanteros, el dedo pulgar es más pequeño y se encuentra algo elevado. A este tipo de pie se le conoce como anseroideo.
Las avocetas, por ejemplo, se desplazan por el agua ya sea nadando o vadeando por lo que tienen membrana interdigital pero carecen de dedo pulgar.
El pie esteganópodo tiene la membrana interdigital entre los cuatro dedos, en este caso el dedo pulgar está algo desplazado, es propio de alcatraces, cormoranes…
Aves como las fochas, en lugar de membrana interdigital disponen de lóbulos membranosos, es el pie lobulado.
Cuanto más adaptadas están las aves al medio acuático peor se desplazan fuera del agua. Las aves más dotadas tanto para la natación como para el buceo son las más torpes en tierra firme. Sus patas son cortas y tienen una posición atrasada con respecto al cuerpo.
En general las aves que se mueven sobre sustratos poco firmes como lodo, arena, vegetación acuática, etc., suelen tener los dedos largos para impedir que se hundan.
En las aves que caminan por el suelo, como las palomas, el pulgar se inserta más elevado que los otros dedos ya que es poco útil para este tipo de desplazamiento.
Las patas corredoras como las del alcaraván, son largas y los dedos cortos. El pulgar o falta o se encuentra elevado.
La marcha puede ser a pasos o a saltos. La marcha a saltos es típica de las aves que se desplazan por las ramas como los gorriones.
La mayoría de los paseriformes tienen pies arborícolas. El pulgar se inserta a la misma altura que el resto de los dedos y es alargado. Las uñas son también largas para asirse a las ramas. En estas aves, la acción de determinados tendones les permite agarrarse a las ramas con un mínimo esfuerzo y sostenerse con firmeza incluso cuando duermen.
Los martines tienen pies posadores, son pequeños y los dedos delanteros están en parte unidos. A este tipo de pie se le conoce como sindáctilo.
La uña del dedo medio de ciertas aves como las garzas, se conoce como uña pectinada, ya que recuerda a un peine y la utilizan para el arreglo de las plumas.
Con el fin de atrapar y transportar a sus presas, los dedos de muchas rapaces son fuertes y terminados en garras. Las garras son uñas largas, curvadas y afiladas.