Por medio de los sentidos, las aves captan la información del entorno necesaria para la supervivencia tanto del individuo como de la especie.
Los sentidos les permiten localizar alimento, competidores, depredadores, sortear obstáculos en vuelo, etc. Tienen además, un papel destacado en la reproducción, desde la elección de pareja hasta el cuidado de sus crías. En la siguiente imagen podemos apreciar la importancia de la vista para manejar el pico con precisión.
Las células receptoras captan la información por medio de estímulos, estos se transforman en impulsos nerviosos que viajan al cerebro donde la información se hace consciente. Los estímulos pueden ser luminosos, mecánicos, químicos o térmicos.
En el caso de la vista, oído y olfato, los receptores se concentran en los órganos de los sentidos y la información que captan puede proceder de lugares alejados. En cuanto al tacto y al gusto, los receptores se encuentran dispersos y para captar los estímulos, es necesario que entren en contacto con el animal.
El sentido más utilizado por la mayoría de las especies es la vista, pero cuando realizan un determinado trabajo pueden usar más de un sentido a la vez. Es el caso de limícolas, como el correlimos de la fotografía, que busca el alimento introduciendo su pico, muy sensible al tacto, en el barro, pero también emplea la vista y el gusto.
Para conocer el mundo sensorial de las aves, los científicos se valen de diferentes métodos ya que no pueden percibir el entorno como ellas. Ejemplos estos métodos son los siguientes:
- Observar el comportamiento de las aves en la naturaleza.
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Realizar experimentos de comportamiento como utilizar trucos (es el caso del experimento realizado por Roger Payne que puso una lechuza común en una habitación a oscuras e hizo pasar un ratón sobre un suelo insonorizado, de gomaespuma, al que le había atado una hoja seca a la cola, la lechuza se abalanzó sobre la hoja y no sobre el ratón, demostrando que había utilizado el oído para cazar y no visión infrarroja como creían algunos ornitólogos). Otros ejemplos serían medir la actividad respiratoria, cardíaca o cerebral mientras se expone al ave a un estímulo como un olor o un sonido; someter al ave a diferentes intensidades de un estímulo; etc.
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Estudios anatómicos para conocer las estructuras implicadas. Estos se pueden realizar mediante disección o con la observación de imágenes tridimensionales obtenidas por tomografía axial computarizada (TAC).
- Estudios citológicos e histológicos.
- Estudios bioquímicos como la identificación de genes; conocer el gasto metabólico que en el caso de los sentidos es alto, sobre todo el de la vista; etc.